On the 2ndof August, an adult Eleonora’s falcon was found in a very bad condition on the island of Fuerteventura. It was admitted to a recovery center, where it was given veterinary care. The metal and plastic rings allowed us to identify the individual; a breeding adult male who was ringed by our team as an adult individual in 2009. Unfortunately, this individual died within a few days after admission.
Shortly after, on August 4tha new Eleonora’s falcon was located on Fuerteventura. On this occasion, the individual was found dead. Although it was not ringed, the morphological characteristics allowed us to determine that, again, it was an adult male. After the necropsy, samples of both individuals have been sent to the Clinical and Analytical Toxicology Service (SERTOX) of the University of Las Palmas de Gran Canaria for analysis and to try to determine the cause of death.
This news is sad and alarming, because the finding of two individuals may suggest the presence of more affected individuals. These Eleonora’s falcons have died on the Canary Islands, where they come every year to breed after doing a migration of more than 10.000 km from their wintering grounds in Madagascar. At least in the case of the ringed individual, we know it was breeding on Alegranza, so that this brood has been irretrievably lost.
The data on the individuals equipped with GPS-dataloggers show that adults often visit the island of Fuerteventura when food (small migratory birds) is scarce. Falcons usually visit garden areas in search of insects.
In 2013 there was a case of direct exposure to pesticides on Fuerteventura. At the end of July, two Eleonora’s falcons were found with apparent symptoms of poisoning. One of the individuals could be rescued alive and sent to the Wildlife Recovery Center of Tafira, Las Palmas, and latter released after its recovery, while the other did not survive. In 2014, a new case of pesticide poisoning was detected in a young Eleonora’s falcon on Fuerteventura.

This time, it was a ringed individual, so we could verify its identity, sex and origin. The bird, a female, was ringed as a breeding adult on Alegranza in 2011. The bird was quickly transferred to the Tafira Recovery Center, but did not respond to the treatment and died a few hours later. According to the veterinary and toxicological reports issued in 2013 by SERTOX, the two falcons ingested large numbers of beetles, presumably in the vicinity of gardens of a hotel, which had been fumigated with “Imidacloprid” a few days before. Imidacloprid is a neuroactive insecticide belonging to the family of the so-called neonicotinoids.
The insecticide manufactured by Bayer Cropscience is sold under various brands such as: Admire, Advantage, Confidor, Escocet, Gaucho, Hachikusan, Kohinor, Kopy, Merit, Nuprid, Impact, Picus, Premise, Prothor, Seedoprid, Winner, among others. The World Health Organization lists it as “moderately toxic”. However, its use is banned in France since 1999 and in Germany since 2008, due to the negative effect of this insecticide on bee populations. A recent study published in Science (Whitehorn et al. 2012) warned about the harmful effect of the use of neonicotinoids on the size of colonies and production of queen bees. This fact determined that the EU approved the banning during a period of two years of the use of the three most used neonicotinoids: clothianidin, thiamethoxam and imidacloprid.
Despite the supposed innocuous effect of these insecticides on human health, it is true that accidental ingestion can cause the death of species of vertebrates, as in the case of Eleonora’s falcons. Secondary poisoning is one of the most important factors that threaten the persistence of species, some of them endemic to the Canary archipelago, such as the guirre (Neophron percnopterus majorensis) or the raven (Corvus corax canariensis), and classified as endangered, as well as the group of insectivorous and necrophagous birds that inhabit on our islands.
El pasado día dos de agosto se encontró en Fuerteventura un ejemplar adulto de Halcón de Eleonor en la isla de Fuerteventura. El individuo se encontraba muy débil y fue ingresado en un centro de recuperación, donde le proporcionaron atención veterinaria. Las anillas que portaba el individuo nos permitieron identificar al ejemplar, un macho adulto reproductor, que fue anillado ya como adulto por nuestro equipo en el año 2009. Lamentablemente, dicho ejemplar falleció a los pocos días de su ingreso.
Poco después, el día 4 de agosto fue localizado un nuevo ejemplar de Halcón de Eleonor en Fuerteventura. En esta ocasión, el individuo fue hallado muerto. Aunque el ejemplar no estaba anillado, las características morfológicas permitieron determinar que, nuevamente, se trataba de un macho adulto.
Tras la necropsia practicada, se han enviado muestras de ambos ejemplares al Servicio de Toxicología Clínica y Analítica (SERTOX), de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria para su análisis y tratar de determinar la causa de la muerte.
Esta noticia resulta triste y alarmante, ya que el hallazgo de dos individuos puede sugerir la presencia de más ejemplares afectados. Estos Halcones de Eleonor han fallecido en Canarias, donde acuden cada año a nidificar después de realizar una migración de más de 10.000 km desde sus cuarteles de invernada en Madagascar. Al menos en el caso del ejemplar anillado, sabemos que dicho individuo se encontraba criando en Alegranza, por lo que dicha puesta se ha perdido irremediablemente.
Los datos de los ejemplares equipados con GPS-dataloggers muestran que los ejemplares adultos visitan con frecuencia la isla de Fuerteventura cuando la comida (pequeñas aves migratorias) escasea. Los halcones frecuentan zonas ajardinadas en busca de insectos.
En 2013 se registró un caso de exposición directa a pesticidas en la vecina isla de Fuerteventura. Durante el mes de julio ese año se encontraron dos ejemplares de Halcón de Eleonor con aparentes síntomas de intoxicación en la región de Morro Jable Uno de los ejemplares pudo ser rescatado con vida y enviado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, Las Palmas, y posteriormente devuelto al medio tras su recuperación, mientras que el otro no logró sobrevivir. En 2014 se detectó un nuevo caso de intoxicación por pesticidas en un ejemplar joven de Halcón de Eleonor nuevamente en la isla de Fuerteventura, en la península de Jandía.

En esta ocasión, se trataba de un individuo anillado, por lo que se pudo comprobar rápidamente su identidad, sexo y procedencia. El ave, una hembra de morfo claro, había sido anillada como adulto reproductor en el islote de Alegranza en 2011. El ave fue rápidamente trasladada al Centro de Recuperación de Tafira, pero no respondió al tratamiento y murió pocas horas después. Según el informe toxicológico emitido en 2013 por SERTOX, los dos halcones habían ingerido gran cantidad de escarabajos en las inmediaciones de los jardines de un hotel donde pocos días antes se había realizado un tratamiento de fumigación con “Imidacloprid”. El imidacloprid es un insecticida neuroactivo perteneciente a la familia de los denominados neonicotinoides. Este insecticida fabricado por Bayer Cropscience es vendido bajo diversas marcas comerciales como: Admire, Advantage, Confidor, Escocet, Gaucho, Hachikusan, Kohinor, Kopy, Merit, Nuprid, Impacto, Picus, Premise, Prothor, Seedoprid, Winner, entre otras. Está catalogado como “moderadamente tóxico” por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, su uso está prohibido en Francia desde 1999 y en Alemania desde 2008, debido al efecto negativo de este insecticida sobre las poblaciones de abejas. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Science(Whitehorn et al. 2012) alertó sobre el efecto nocivo del uso de los neonicotinoides sobre el tamaño de las colonias y producción de abejas reina. Este hecho determinó que la UE aprobara la prohibición durante un periodo de dos años del uso de los tres neonicotinoides más usados: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid.
Pese al supuesto efecto inocuo de estos insecticidas sobre la salud humana, lo cierto es que su ingestión accidental puede ocasionar la muerte de especies de vertebrados, como el caso del Halcón de Eleonor. El envenenamiento secundario es uno de los mayores azotes que amenaza la persistencia de especies, algunas de ellas endémicas del archipiélago canario, como el guirre (Neophron percnopterus majorensis) o el cuervo (Corvus corax canariensis), y catalogadas como en peligro de extinción, así como al conjunto de aves insectívoras y necrófagas que habitan en nuestras islas.